El aumento de las temperaturas a nivel global seguirá en las próximas décadas, en gran parte debido a los gases de efecto invernadero que producen las actividades humanas. Grupos de científicos expertos de diversos países predicen incrementos que oscilan entre 2,5 y 10 grados Fahrenheit. Los efectos de estas alteraciones son diversos y ya observables a nivel mundial: cambios relevantes en los patrones de lluvias, incremento en cantidad, intensidad y duración de huracanes; deshielo en zonas polares, incremento en los niveles del mar y en la frecuencia de tormentas, entre otros.
Enfrentamos el reto inmenso como humanidad de reversar estos efectos con diversas estrategias, siendo un sector fundamental en todos nuestros países, el energético. Los gobiernos de la región y Colombia sin ser la excepción, han iniciado programas estratégicos hacia metas específicas en el tiempo para la descarbonización y el uso de fuentes de energías verdes. Para el año 2030 en Colombia se deberán habilitar capacidades de producción de energías renovables que permitan alcanzar la meta del 51% en la reducción de gases de efecto invernadero y para el año 2050 al 100%. (Fuente: Transición Energética en Colombia, Ministerio de Minas y Energía 2021)
Estas metas de gobierno conducen a las empresas de generación, transmisión y distribución a implementar nuevos modelos de producción, incrementando el uso de fuentes de energía y materiales renovables, con la consecuente reducción del uso de materias primas no reutilizables y generación de residuos; y la debida creación de plataformas digitales que permitan el diseño, automatización, monitoreo, ejecución y distribución de proyectos con soporte tecnológicos para todos los productos y servicios.
En 2018, las fuentes renovables representaron el 58% de la generación total de electricidad en América Latina y el Caribe. Sin embargo, se avanza progresivamente en la diversificación de las nuevas fuentes: ya para el año 2000, las fuentes solares y eólicas representan en conjunto cerca del 10% de la capacidad de generación eléctrica instalada en la región (3,07% y 6,5%, respectivamente). Colombia se destaca como un líder en esta transición energética, para el 2022, más de 12% de su capacidad instalada de generación eléctrica será de fuentes renovables no convencionales (fuente: Visión y posición de Enel Colombia en economía circular – 2021).
Desde la perspectiva de la industria Energética y de las tecnologías de la información, este gran cambio del sector implica:
- Transición de sistemas informáticos en la cadena de valor productiva a complejos ecosistemas con nuevos actores y roles en el proceso productivo.
- Atender las regulaciones asociadas a la calidad y disponibilidad de la información para generadores, transmisores, distribuidores, clientes y entidades reguladoras.
- Habilitar nuevos flujos de productos y servicios rápidamente con el surgimiento de nuevos productores de energías que anteriormente cumplían roles de consumidores (proconsumers).
- Integración en tiempo real de dispositivos digitales sobre las redes para automatización y monitoreo del comportamiento de estas, de cara al efectivo control de producción, mantenimiento y desperdicios o perdidas.
Atendiendo estas implicaciones, Fiware como comunidad de desarrollos open source especializados en soluciones smart, ofrece el framework más completo para la implementación de redes inteligentes (Smart Grids) con el objetivo primario de implementar y desarrollar la creación y evolución de los procesos asociados en forma automática a través de estándares y de una arquitectura global de referencia como podemos ver a continuación:
En Stefanini Sysman como partner Gold de Fiware, contamos con la capacidad y experiencia para contribuir en la evolución y sostenibilidad del sector energético alineandonos a las necesidades y estrategias de gobierno y corporativas.
Escrito por: Luis Gilberto Ramirez
Information Systems Specialist CIO